El peso total de nuestro cuerpo es soportado por los pies. A este esfuerzo hay que sumarle el roce continuado de los zapatos y el hecho de estar encerrados en calcetines o medias (que a veces se empapan con el sudor). Y todo esto sin contar con extras como zapatos demasiado estrechos, puntas afiladas que obligan a los dedos a estar en posiciones poco naturales.
Razón por la cual es necesario conocer las patologías más frecuentes de la piel de los pies y saber cómo tratarlas para poder lucir siempre unos pies bonitos y sanos.
Infecciones por Hongos
Pie de Atleta:
Infección Micótica muy común. Se contagia principalmente en ambientes húmedos en los cuales la gente camina descalza, como duchas públicas, vestuarios, piscinas, etc. No es grave, pero sí resulta muy molesta porque el picor es muy fuerte. Suele comenzar justo debajo de los dedos y a veces causa que la piel se agriete, lo que hace que sea además muy doloroso.
Tiña de los Pies:
Es una infección causada por un tipo de Hongos diferentes a los del pie de atleta. Aparece generalmente en personas jóvenes, que hacen mucho deporte y que suelen calzarse con zapatos deportivos cerrados incluso cuando hace mucho calor. Es relativamente frecuente y suele hacer su aparición entre los dedos. Pica mucho y es muy molesta.
Para prevenir las Infecciones por Hongos es recomendable:
No ir descalzo en vestuarios, piscina y duchas públicas, el uso de sandalias en este caso es fundamental.
Correcta higiene de los pies. lavarlos bien y, sobre todo, secarlos entre los dedos para evitar que la humedad favorezca la aparición de Hongos.
Cambiar los zapatos con frecuencia, mejor no ponerse los mismos dos días seguidos, sino dejar que aireen antes de repetir su uso.
Uso de calcetines de algodón cien por cien, ya que este material es el más adecuado para absorber el sudor y mantener los pies secos. Cambiarlos siempre que haga falta, incluso dos veces al día en caso de mayor sudoración.
Tratamiento
Ante la sospecha de andar sufriendo Hongos , es importante no tratarse uno mismo con métodos caseros, sino acudir a un profesional cualificado para que nos ofrezca un diagnóstico especializado y nos recomiende el mejor tratamiento para nuestro caso específico. Un tratamiento casero inadecuado puede agravar y complicar la infección.