Estas sustancias químicas, que viajan por el torrente sanguíneo, tienen mucha influencia e indican a los tejidos y órganos qué hacer y cómo reaccionar. Algunas de las actividades reguladas por las hormonas son el metabolismo y la reproducción. Cuando las cosas se desequilibran, es decir, cuando hay una cantidad excesiva o insuficiente de una determinada hormona, puede producirse un desequilibrio hormonal. Y como una pequeña onda, incluso el cambio más pequeño en tus hormonas puede tener efectos generalizados en todo tu cuerpo. La próxima vez que sientas que no eres tú mismo, ¡toma nota! Puede que estés teniendo un mal día o puede que sea un signo de desequilibrio hormonal. A continuación te explicamos cómo saberlo con seguridad y cómo tratarlo.

Síntomas y signos comunes del desequilibrio hormonal

Las hormonas tienen mala fama. Esto se debe a que, con demasiada frecuencia, los síntomas de un desequilibrio hormonal son idénticos a los factores ambientales, la edad y el estilo de vida. Los siguientes síntomas pueden indicar un desequilibrio hormonal.

• Aumento o pérdida de peso, ambos pueden ser inesperados o inexplicables.
• Estreñimiento o visitas demasiado frecuentes al baño.
• Aumento de la sensibilidad a las temperaturas extremas.
• Debilidad y dolor muscular, rigidez y/o inflamación de las articulaciones.
• Cabello fino o quebradizo.
• Aumento de la sed y el apetito.
• Disminución de la libido, infertilidad.
• Ansiedad e irritabilidad, depresión y/o agotamiento.
• Cara redondeada, estrías, visión borrosa.

Síntomas específicos de la mujer

Muchas veces, las mujeres presentan síntomas de desequilibrio hormonal durante los periodos de grandes cambios, principalmente la pubertad, el embarazo, la lactancia y la menopausia. Las mujeres más jóvenes pueden experimentar amenorrea – ausencia o interrupción de la menstruación; así como menstruaciones abundantes o irregulares y exceso de vello facial y corporal, acné, aumento de peso, sequedad vaginal, sudores nocturnos y dolor durante el coito. La piel puede oscurecerse a lo largo de la ingle o alrededor del cuello, y pueden empezar a aparecer papilomas cutáneos.

Síntomas específicos masculinos

Los hombres pueden notar sensibilidad en los senos o desarrollo de tejido mamario; disfunción eréctil y disminución de la libido, así como pérdida de masa muscular y ósea. Muchos empiezan a perder vello corporal y facial y experimentan sofocos y dificultad para concentrarse.

Diagnóstico

Dado que no existe una fórmula mágica o una prueba para determinar de forma concluyente si una persona tiene un desequilibrio hormonal, su endocrinólogo a menudo intentará descartar cosas. Le hará una serie de preguntas: ¿ha perdido o ganado peso en los últimos meses? ¿Duerme bien o está inusualmente estresado? ¿Cómo está su libido y su rendimiento? Sus respuestas a estas y otras preguntas ayudarán a su endocrinólogo a determinar qué pruebas recomendarle; lo más habitual es que le hagan análisis de sangre, una ecografía de varias glándulas u órganos sospechosos y un examen pélvico si es mujer. Si es necesario realizar otros diagnósticos, es posible que le remitan a una biopsia, una resonancia magnética, una gammagrafía tiroidea o una radiografía. Los hombres también pueden someterse a pruebas de recuento de espermatozoides si se trata de un problema.

Tratamiento

El tratamiento que reciba será el resultado de sus exámenes diagnósticos y de la determinación de su endocrinólogo. Las mujeres pueden recibir terapia estrogénica de dosis bajas, estrógenos vaginales, medicamentos antidepresivos y/o métodos anticonceptivos hormonales como el parche, la píldora o el DIU.  A las mujeres también se les pueden recetar medicamentos antiandrógenos para reducir el vello facial y eliminar el acné. Los hombres pueden recibir suplementos de testosterona en forma de inyectables, parches o geles.

En muchos casos, los cambios agresivos en el estilo de vida pueden bastar para superar los desequilibrios hormonales. Perder peso, mantener una dieta equilibrada, hacer suficiente ejercicio y practicar técnicas de relajación son formas fáciles y cómodas de superar los desequilibrios hormonales y cambiar la perspectiva de uno mismo para mejor.