La Federación Mundial de Obesidad (World Obesity Federation [WOF]) ha definido a la obesidad, como una enfermedad crónica, recurrente y progresiva, enfatizando en la necesidad de acción inmediata para la prevención y control de esta.[1] De acuerdo a la OMS, la prevalencia a nivel mundial se ha triplicado entre 1975 y 2016, alcanzando cifras de más de 1,9 billones de adultos de 18 años o más con sobrepeso, de los cuales, 650 millones eran obesos, representando 13% de la población adulta a nivel mundial[2] Por tal motivo, en el siguiente artículo de brindamos algunas recomendaciones para evitar padecerla.

¿Qué es la obesidad?

La acumulación en exceso de grasa corporal es lo que conocemos como obesidad. Esta enfermedad compleja, es crónica y sumamente perjudicial para la salud ya que aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y/o cardiopatías, así como también complicaciones con el correcto funcionamiento del sistema óseo, además de crear preponderancia en la aparición de diferentes tipos de canceres. La obesidad influye en aspectos de la calidad de vida como el sueño o el movimiento.

La obesidad no solo afecta la salud física sino también tiene una gran repercusión en el área psicológica del paciente, ya que por lo general la obesidad es el resultado de problemas psicológicos previos que tiene el paciente.

¿Qué causa la obesidad?

La obesidad tiene su origen en varios factores tales como:

• El Genético, puesto que una algunas personas a diferencias de otras pueden tener predisposición a desarrollarla.
• El psicológico, ya que comer compensa necesidades afectivas.
• El farmacológico, algunos medicamentos administrados de forma periódica poseen efectos que contribuyan a un aumento de peso.
• El ambiental, por hábitos alimenticios no saludables o adecuados y estilos de vida sedentarios con falta de actividad física.
• El hormonal, puesto que algunas personas padecen de desórdenes hormonales que generan un aumento de peso.
  
  

¿Cómo prevenir la obesidad?

Aunque la obesidad es muy perjudicial para la salud de la persona que lo padece, es una enfermedad con solución, que muchas veces está al alcance de la mano. De igual forma se recomienda instaurar hábitos que puedan prevenirla, tales como:

Realizar actividades físicas diarias de mínimo 10 minutos, si es posible ir aumentando el tiempo de los ejercicios hasta llegar a los 60minutos diarios.

• Consumir una dieta balanceada, pobre en carbohidratos, grasas y azucares y rica en minerales, vitaminas y pro-bióticos.
• No consumir alcohol, drogas o fumar, puesto que pueden contribuir al aumento de peso.
• Consumir la cantidad suficiente de agua en base a la edad, talla y peso.
• Establece horarios fijos para el consumo de tus alimentos.
• Evita comer he inmediatamente ir a dormir.
• Evita el consumo de alimento ultra procesados.
  
  

[1] Bray GA, Kim KK, Wilding JPH, World Obesity Federation. Obesity: a chronic relapsing progressive disease process. A position statement of the World Obesity Federation. Obes Rev 2017; 18 (7): 715-23.

[2] Organización Mundial de la Salud. “Noncommunicable Diseases Country Profiles 2018”. Disponible en: https://www.who.int/nmh/publications/ncd-profiles-2018/en/. [Consultado el 23 de enero de 2019].